Reflexiones

LA CADUCIDAD DOCENTE EN LA ERA DE LA DIGITALIZACIÓN

Ser docente en la era de la digitalización no es una tarea sencilla ¿estás de acuerdo conmigo compañero maestro?

Seguramente aquellos que desconocen todo lo que implica nuestra labor, podrán no estarlo. Incluso pensarán que por el contrario, el conocimiento nunca había sido tan accesible como ahora, que nunca habíamos tenido la información tan rápido y tan a la mano y que definitivamente, las herramientas tecnológicas que tenemos hoy en día, son el mejor material didáctico que ha existido.

Entonces ¿por qué afirmar que resulta complicado trabajar en el aula en esta época?

Porque la mayoría de los docentes, no fuimos educados en las mismas condiciones que existen hoy. 

¿Suena trillado? SÍ, porque una de las características del siglo XXI, es justo la rapidez con la que caducan las cosas, incluso las palabras.

No consiste esto, sin embargo, solo en el maestro que se acerca temeroso a un ordenador, o aquel que en vísperas de  jubilarse, no está interesado en aprender a usar uno.

La mayoría de los docentes (creo) estamos consientes de lo importante que es incluir las nuevas tecnologías en nuestras aulas, así como de sus beneficios y sus costos.

El problema radica en el hecho, de que en la vida escolar de la mayoría de los que hoy somos docentes, y no hablo solo de la primaria, sino de la preparatoria y en algunos casos incluso de la Escuela Normal también, nada de esto estuvo presente, no lo conocimos, ni lo usamos, ni tampoco lo necesitamos. Nuestra realidad fue otra y esa realidad es la que aprendimos, ese fue nuestro modelo de enseñanza-aprendizaje.

Se trata entonces, mas bien, de la complejidad que representa el modificar una estructura de pensamiento.

El reto hoy para el docente, es desarrollar  la capacidad de desaprender el pasado y reaprender un presente volátil, cambiante y desafiante.

Es decir, rehacerse como docente, rehacer nuestra profesión.

Poder seleccionar del pasado lo que hoy nos sirve y deshacerse de lo que por más práctico y hermoso que fue, hoy ya  no es funcional. Y después, tomar del mundo actual lo hermoso y práctico y deshacerse de lo que por más moderno y actual, tampoco nos sirve, ni a nosotros, ni a nuestros alumnos, ni a nuestra sociedad.

¿Verdad que no es empresa fácil?

Y no lo es, porque además, no se trata solo de seleccionar lo que como docente es funcional y sirve para mi. Debo buscar lo que satisfaga las necesidades educativas de los niños que a diferencia mía, nacieron en este siglo, los que no saben qué es la vida sin un celular, un x-box o un ipad; pero también de los que viviendo en esta era tecnológica, no tienen acceso a ella.

Para mí, aprender a elaborar un blog y  un portafolio electrónico para subir mis evidencias de trabajo, representa mi proceso de rehacerme como docente, el huir de la caducidad. 

Sin perder de vista, por supuesto, que es solo un paso, y que el trayecto es sinuoso,  me entusiasma el poder hacerlo, el estar en el camino, y el saber, que somos muchos los que amamos la educación y estamos en él, a pesar de lo complicado que resulta poder hacerlo, no solo como personas, sino como parte de un gremio, y también  de una sociedad que no pasa por su mejor momento en cuanto a legislación educativa se refiere. 

Pero, compañero maestro, "en el camino andamos"

LILIANA ESQUIVEL